El tema tabú:
Degeneración de la especie humana
Apolinar Rodríguez Rocha.
Un grito aparte de la advertencia a la humanidad, se escucha en la advertencia de los DERECHOS HUMANOS; el Estado y la sociedad tienen un rol en la vida del individuo, un fin denominado bien común; sin embargo, en México, hasta ahora, no ha cumplido con ese fin para con los mexicanos, el rol social del gobernante ha sido abandonado; el NEO-CAPITALISMO voraz del siglo XX se aferra a alimentarse de la sociedad, ”el hombre es el lobo del hombre”, permitiendo inmoralmente, para hacerse de riqueza, que se venda a la población alimentos peligrosos, venenosos, dañinos, además que se dote a la población de servicios peligrosos y contaminantes; el contaminante más letal y enemigo número uno del mundo ahora, es la quema indiscriminada de petróleo en todas sus formas y derivados, que contamina aire, agua y tierra.
Poco ha importado a los consorcios y empresas, a sus empresarios, el deterioro que sufre la especie humana, a la par que avanzan los conocimientos científicos, anunciados ruidosamente por la publicidad televisiva y propaganda radiofónica, que anuncia tal o cual medicamento eficiente para curar tal o cual mal; Médicos enriquecidos con implantes humanos; transfusiones sanguíneas, medula ósea, feromonas, viagra, medicamentos contra el cáncer, contra otras enfermedades incurables, prolongando la vida; manipulaciones genéticas del ser humano, gracias a Dios Prohibidas por el Código Civil en Coahuila, causan degradación a la genética humana en cadena (una transfusión sanguínea contamina genéticamente en forma irreversible al receptor, provocando una mezcla genética que tardaría siglos en darse en forma natural, después de combinar en múltiples generaciones de humanos, miles de seres humanos) las manipulaciones de alimentos transgénicos, los alimentos de origen animal manipulados con hormonas del crecimiento, los químicos que se utilizan para desinfectar, los conservadores de alimentos enlatados, con efectos residuales, que se heredan a los hijos.
Es preocupante la probabilidad de la existencia de vacunas contaminadas con células cancerígenas, lo que ocasionaría una contaminación genética impensable, la advertencia de un entregador de gimnasio, respecto al uso de la hormona del crecimiento inyectada por deportistas para mejor desempeño físico. “Si les toca una contaminada con células cancerígenas. Con nada lo detiene”, esta frase conjunta con la advertencia de varios grupos anti vacunación, cuando la aplicación de la vacuna contra la influenza aviar, que advertían sobre fatales consecuencias, ahora recientemente la advertencia en internet, de un investigador que advierte: “Las personas vacunadas son más propensas a enfermedades” No me queda más que advertir, a algún interesado en investigar la hipótesis, la observación que el alto índice de cáncer en la población, en sus variantes, sobrevino en la población posteriormente a las campañas de vacunación de la triple viral, contra la viruela, el sarampión, y la rubiola, sólo es una hipótesis, “malo sería que se estuvieran inyectando vacunas contaminadas”, odiaría estar en lo cierto.
Por otra parte poca atención han puesto esos seudo científicos en analizar previamente los impactos negativos sociales, ambientales, biológicos, culturales, químicos, genéticos, económicos que la sobrepoblación de especímenes humanos “ancianos decrépitos” a quienes la ciencia prolonga la vida con la falsedad de la frase “salvar la vida”.
Debo recordar también el número de muertos (estos jóvenes) que ha desatado la guerra contra el narcotráfico, por la prohibición a solicitud de los laboratorios farmacéuticos del uso y comercialización de la marihuana para que no se hiciere competencia a la “aspirina”.
Algo especial sucede bajo el telón, el capitalismo se ha adueñado del alma y la voluntad de los hijos de Hipócrates y se han transformado en hijos de hipócritas. Se ha generado un mercantilismo y clientelismo alrededor de las enfermedades, antes llamadas “Muertes Naturales” combatiéndolas incesantemente por radio, televisión, periódico e internet, todo tipo de enfermedades y ofertando servicios y curas, prolongando la vida en forma extraordinaria, (ciertamente digno de asombro sus logros), creando y fomentando la cultura de la neurosis colectiva como forma de arrastrar a los clientes a farmacias y hospitales.
Sin embargo, estos han cultivado la neurosis colectiva, un miedo atroz a la muerte y una compasión desmesurada alrededor de un enfermo, hasta inmisericorde para con el propio enfermo y para con sus cuidadores que son capaces de dejar de comer y de mil privaciones por cuidar al enfermo, incluso terminal a quien la ciencia prolonga inmisericorde la vida. Surge un círculo viciosos de dependencia de la sociedad a la medicina enfermizo, que más bien es una dependencia económica inversa: más enfermos más utilidades: Se ha cultivado el terror a la muerte, la cultura de que hablo es muy provechosa para médicos y laboratorios, centros hospitalarios, farmacias, etc., creando un real “mercado de la salud”. No escapa ésto tampoco a la codicia electoral, ya que la atención médica, dotar de servicio hospitalario y hasta de farmacias es pregonado inmoralmente como una benevolencia del gobernante en turno para hacerse de capital político, para pavonearse y vanagloriarse de ello. Recuerdo una frase utilizada por un buen amigo “A la gorra no hay quien le corra” ò “Gratis hasta puñaladas”.
Si es bien cierto, la vida es un don divino, la muerte es un estado humano, como también es la vida, y también es un don Divino.
En falso se dice y hasta es un error gramatical decir: “Te salve la vida”, nadie ha permanecido vivo eternamente. Tan sólo se le prolonga a un ser humano la vida más nunca se le salva.
Hablar de ésto, es un tema escabroso que nos reclama recordar el derecho al suicido, el derecho a la eutanasia, la negligencia médica, el error médico, el heroísmo, y los mártires, hablaré de estos últimos:
La cultura de que hablo ha generado una ausencia de héroes y de mártires, “Dios bendiga a los que nos quedan”; la sobrevaloración de la vida y la falsa esperanza de conservarla en forma indefinida, como un valor más deseable de la despreciable y devaluada muerte, a generado un desequilibrio en la psique colectiva y en los valores culturales. Un equilibrio que es necesario recuperar, de cualquier manera la muerte es algo inevitable al ser humano y también debe recuperar su justo valor.
El desequilibrio biológico, cultural, social, llega a la posibilidad de tener padres nonagenarios, ha de verse la salud del producto, su condición biológica y química. Imagínense nomás estos abuelos ¿Cuántas veces se divorciarían? ¿A poco aguantarían un matrimonio para toda la vida? ¿Estarían compitiendo con sus bisnietos por las novias? ¿Qué pasará con los satisfactores naturales y los insumos no renovables? ¿Todo un caos existencial, verdad?
Recordaré la anécdota de un libro de primaria de Ciencias Naturales, de aquellos de los ochentas, resulta que en un país, donde se tenía una plaga de lobos, que acabaron con los conejos y los venados. Así el gobernante de aquel reino decidió expedir un decreto de cacería y recompensa por cada lobo muerto, al grado que se extinguieron los lobos en aquel país, al tiempo tenían una plaga de conejos pues de había eliminado a su predador natural, además los venados viejos que eran los que cazaban los lobos empezaron a aparearse dando lugar a la proliferación y una generación de venados escuálidos y embeleques flacos que no servían para comer. Así aquel reino tuvo que ofrecer ahora recompensa a quien trajera lobos al país para restaurar el equilibrio natural del ecosistema.
Imaginemos pues, qué sucede si al animal depredador por excelencia el ser humano, se le prolonga la vida indefinidamente, ¿qué sucede con la sobrepoblación? ¿Qué efectos traerá al ecosistema y a la sociedad?
Bueno mientras alguien se da cuenta de lo anterior, los mendigos, los hospitales y los méndigos laboratorios farmacéuticos seguirán, como televisa, lucrando de la manipulación de los sentimientos humanos, de la piedad y la misericordia (corrompiendo su acepción) ya que me encabrite: “Hasta con el teletón lucran los aprovechados anunciantes”.
Un saludo al dadivoso JERICO ABRAMO MASSO y su PARTIDO: ¿Qué se embolsarán? ¿Para causas electorales con la venia de CTM Y CROC? ¿Una buena lana con el TRANSABUS de SALTILLO, ¡ah!, perdón SALTIBUS? De paso los socios de los OXXOS se alivianan ¿Cómo estaría la concesión? ¿Qué ganan los oxxos?
Bueno, me voy. Feliz 2013.
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